Al sur de Texas, en el condado de Jim Hogg, Estados Unidos, Javier Martinez y sus dos perros son los encargados de cuidar casi 250 hectáreas con más de 3 mil peyotes que protege para los miembros de la Iglesia Nativa Americana.
A menos de 8 horas, en San Luis Potosí, México, está el Cerro del Quemado, sagrado para los Huicholes, y lugar de peregrinación para recolectar el peyote que protege del tráfico ilegal, Mario Muñoz.
Muñoz es presidente de la Unión Wixarika de Centros Ceremoniales, Jalisco, Durango y Nayarit.