La Nación Wixárika: Una vista hacia el futuro

Con el derecho que me confiere la libertad de expresión y propiamente el estatuto comunal en categoría de comunero, me permito escribir un opinión muy propia sobre el futuro de la Comunidad Indígena San Sebastián Teponahuaxtlán y su Anexo Tuxpán, la comunidad que me ha otorgado un espacio donde vivir, donde desarrollarme, que en agradecimiento quisiera expresar mi sentir por ese espacio, por la Madre Tierra (Ta Tei Yurienaka).

Para poder opinar sobre la comunidad primero debo decir que no conozco todo el origen de esta comunidad, sin embargo, he estado investigando al respecto lo que me hace menos ignorante al tema. La investigación en este caso no es cuantitativa, como lo marca la ciencia occidental. Este pueblo originario como cualquier otro de nuestro México pluricultural, revela su historia en los usos, vestimenta, costumbres, creencias, cosmovisión, cosmogonía, teología, la praxis e incluso los hábitos alimenticios. Pero todo ello se ha ido deteriorando, con el tiempo la cultura occidental ha ido depredando la sabiduría ancestral, en algunos casos ya solo quedan relictos de lo que era y fue la etnia; en este caso hablamos de la alimentación. Los hábitos de consumo de la comunidad han ido cambiando e inclinándose por la dieta impuesta por el capitalismo, haciendo dependientes a las personas, benéfico a la industria alimenticia controlada por unos cuantos personajes. Son tiempos de cambio, debemos planear un futuro que queremos, sobre todo los jóvenes. Son el futuro de la comunidad.

¿Y por qué un estudiante, de una universidad prestigiada se pone a escribir un ensayo sobre su visión, cuando puede estar repasando apuntes, conviviendo con amigos, descansando e incluso estar de ocioso? Porque a mi me preocupa la situación actual de la comunidad, que a mi parecer no ha cambiado ni mejorado en nada desde que tengo memoria y también porque es una de las misiones que me he propuesto: desarrollo, salud, calidad de vida, educación, hogar y trascendencia.