La Fundación del Mundo: Antes del Diluvio
La vida en el mundo se inició en la oscuridad, cerca de la costa. La tierra se inclinaba abruptamente hacia el mar, pero era toda lisa, sin ríos, ni cerros. Los seres sabios en esos tiempos se comunicaban por medios telepáticos, porque no podían verse ellos mismo y eran llamados hewixitari. Ellos eran Nuestros Antepasados (figuras de izquierda a derecha en el área negra) y sus nombres eran Tamatsi Kauyumari (Nuestro Hermano Mayor Venadito del Sol), Tatutsí Maxacuaxí (Nuestro Bisabuelo Cola de Venado), Takutsi (la más sabia, Nuestra Bisabuela), Tatéi Yurienaka (Nuestra Madre Tierra Húmeda) y Tatewarí, quien descubrió el único recurso de luz en la tierra, el fuego (su nombre significa Nuestro Abuelo, el fuego). Los instrumentos sagrados de sus poderes eran guardados en su xiriki, o sea su adoratorio (abajo a la izquierda).
Takutsi sabía que un desastre venía. En preparación, ella pidió a cada uno de sus compañeros que hicieran un símbolo que reflejara el aspecto divino de sus rostros (nierika). Hecho ésto, ellos se establecieron sobre un sendero subiendo de la costa (línea andulada entre los dos seres a la izquierda). En el primer día
alcanzaron Xeutari Wecüa, donde existía la única laguna de esos tiempos (diseño oval verde y naranja), el el área ahora conocida como Mesa de Nayar. Continuaron adelante hacia Kiewimutá, donde esculpieron sus respectivos niericate, alrededor de una roca en la Mesa. Fue ahí donde las tinieblas se dispersaron por la primera aparición del sol (arriba derecha), lo que Takutsi vio como augurio, que un diluvio absorbería la tierra, si bien el mundo emergería de nuevo. Por eso, luego colocaron un signo sagrado del Sol, Taweviécame, en el centro de su disco, al cual dieron el nombre de Nierika Mamna (al centro). A la izquierda, alrededor del símbolo del sol, se ven los nierikate de Tatutsí Maxakuaxí, Tamatsi Kauyumari, Tatéi Yurienaka, Takutsi y arriba Tatewarí, cuya posición indica que él siempre va adelante. Arriba del Nierika hay cinco urute, flechas que representan su vida y sus poderes sobrenaturales; Takutsi pidió a sus compañeros llevarlas a las cuatro esquinas de la tierra, mientras ella colocó la suya con Nierika Mamna en Kiewimutá, en el centro de la tierra. Fue ahí donde creció su primera cosecha de maíz.
Mientras estas preparaciones tenían lugar, Watákame (a la derecha con un machete en la mano) estaba tratando de desmontar su tierra para plantar maíz. Sin embargo después de varios días regresó y encontró que la maleza, que previamente había limpiado, estaba otra vez sin cortar, pues durante la noche, desconocido para él, Takutsi vino e hizo crecer la maleza con su bastón. Cuando él la descubrió (a su derecha), le pidió una explicación; ela le dijo que sus labores eran innecesarias, porque un desastre venía y en lugar de eso, haría mejor de cortar un chalate (izquierda) para construir una canoa. Después le dio instrucciones de tomar como su compañera personal a una perra negra, quien encarnaba a Tatéi Yurianaka (Madre Tierra Húmeda). Dos pájaros, uno (arriba izquierda) de Xapawiyemetá (el centro del Lago de Chapala) y el otro de Jaramara (el océano), anunciaban a Takutsi, con sus palabras fluyendo de sus picos, que el mar estaba creciendo y la inundación se aproximaba. Sobre el pájaro de la izquierda hay relámpagos.
Aunque Watákame era un antepasado común, —su incompleta sabiduría está representada por la presencia de dos y tres puntos respectivamente (el cinco es un número de terminación)—, su ardiente interés en las conversaciones de los cinco antepasados divinos, le dio el privilegio de llegar a ser su compañero. Llevando con ellos sus flechas sagradas, los cinco Antepasados subieron a la canoa con Watákame y salieron sobre las aguas de la inundación, en busca de Nierika Mamna otra vez. En el quinto año, guiados por el pájaro de Xapawiyemetá, ellos encontraron tierra seca y pudieron descender y continuar su búsqueda.
Explicación y traducción por Juan Negrín Fetter según la grabación con Tutukila Carrillo
Imagin y texto ©Juan Negrín Fetter 1973 - 2018, Derechos digitales e impresos reservados.