Wixárika Scholarship Fund recipient, María Fernanda Ramírez Gamboa, with a sign that says, "Neither the land nor women are territories to be conquered."
La Caravana llegando a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México enarbolando la bandera de México y el estandarte de su territorio, San Sebastián Teponahuaxtlán. Foto – Werika Yuawi Hernández
This past weekend was an intense and frightening one for many here in Western Mexico — at least among the people who care about the land and Indigenous people: high-profile Wixárika land defender and attorney Santos de la Cruz Carrillo had disappeared on Friday along with his wife and two children, including a three-month-old baby.
Luego de que integrantes de la comunidad wixárika de Bancos de Calitique, en el municipio de Mezquital, Durango, iniciaran movilizaciones para exigir la aparición con vida del defensor y abogado Santos de la Cruz Carrillo, su esposa y dos de sus hijos, la Fiscalía General de Nayarit informó en las primeras horas de este domingo que los cuatro fueron localizados con vida y con buen estado de salud.
When the Spanish conquistadors arrived in Mexico half a millennium ago, they sought to convince Indigenous people that consumption of peyote, an inconspicuous cactus that contains the psychedelic drug mescaline, was akin to devil worship.
Tras cuatro años de lucha, la comunidad Wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán en Mezquitic Jalisco recibirá directamente los recursos federales para administrarlos sin intervención de funcionarios ni partidos políticos. Y lo harán con mujeres en la mesa bajo un acuerdo de paridad de género, una rareza entre los gobiernos indígenas y, de hecho, en los gobiernos en general.
La Caravana llegando a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México enarbolando la bandera de México y el estandarte de su territorio, San Sebastián Teponahuaxtlán. Foto – Werika Yuawi Hernández
Madres empujando cochecitos de bebé, abuelas y abuelos de 70 años e incluso un hombre en silla de ruedas se unieron a las filas de los 200 indígenas Wixáritari que están recorriendo casi 1,000 kilómetros a lo largo de las sofocantes carreteras de México en una larga batalla para recuperar sus tierras robadas. La Caravana Wixárika por la Dignidad y la Justicia partió de la Sierra Madre Occidental el 25 de abril y desde entonces ha estado caminando, acampando al costado de la carretera y levantándose de madrugada para continuar.
Wirikuta tiene muchos nombres y una entrada. La puerta se nombra Wak+ri kitenie, la puerta del Hermano Mayor Tepehuán, el paso al quinto piso del altar-mundo, nuestro templo.
Los constituyentes mexicanos decretaron que la justicia en el país sería gratuita y expedita, aspiración que casi nunca se corresponde con la realidad y mucho menos para los pueblos originarios de esta nación.