Una comunicación mística con el kieri

Un hombre y una mujer han llevado a cabo una peregrinación a la cima de una montaña abrupta donde vive el árbol del viento, llamado kieri. La planta es representada en el centro, sus raíces se despliegan como garras en el peñasco árido; no penetran la tierra. Tras una larga vigilia y ayuno, los peregrinos devotos ven el árbol florecer a la medianoche. Bajo la mayoría de las circunstancia su polen amarillo, llamado tikiyari, es tóxico y desorientador, pero llena a los peregrinos purificados con sabiduría y poderes mágicos.

El fuerte viento en la cima lleva las palabras del árbol a sus devotos (líneas onduladas blancas). Arrojan sangre de animales sacrificados como ofrendas para el árbol. También ofrecen dos hojas de maíz como una oración para una buena cosecha. Los puntos blancos son harina de maíz, una ofrenda de comida para el espíritu del árbol. Las flores son utilizadas para rociar la sangre para el kieri deificado.

Explicación y traducción por Juan Negrín según la grabación con Guadalupe González Ríos.
Fotografía y texto ©Juan Negrín 1973 -2018, Derechos digital e empresa reservados.

 

Guadalupe González Ríos

Año de creación
1973
Materiales y técnica
Hilo de lana prensado en cera de abeja pura sobre madera contrachapada con marco de madera