El nacimiento de la luna

El nacimiento de la luna - Guadalupe González Ríos 1973

Takutsi Metseri, Nuestra Abuela Luna, era una vez una niña (centro inferior) que jugaba con sus juguetes, sus flores y pedazos de barro quebrado. Tuamuxawi (a la izquierda), con su bastón frente a sí, la observa. Sigue el camino de puntos rojos esparcidos para atraparla y llevarla a la cima del Cerro Quemado, Reu’unaxi. La deja caer por el centro del hoyo, allí donde reaparecieron todas las deidades en este mundo (centro del cuadro). Cinco escalones sobre la cabeza de la niña simbolizan los pasos para alcanzar la región sagrada central. Durante ese tiempo, el mundo era obscuro ya que el sol aún no había aparecido.

La madre (derecha inferior) se dio cuenta que su hija había sido arrebatada y llama a un sabio para ayudarla. Este (representado encima de ella) consulta su flecha emplumada y la hoja del árbol del kieri (representado al borde del centro derecho). Le dice lo que está viviendo.

Tuamuxawi lleva un nierika (objeto de borde rojo en el centro superior) que le sirve como un espejo del mundo sobrenatural y le ilumina el sendero. Después de cinco días, la niña se eleva al cielo, donde se transforma en luna. Da a luz una estrella (derecha superior). Esta estrella, xurawe, y todas las demás nacieron para ser sus compañeras. Los puntos que unen la luna y la estrella son las palabras de Takutsi Metseri dedicadas a su hija.

Tuamuxawi agita su bastón de izquierda a derecha para colocarla en el lugar de donde podrá enviar su luz necesaria. El fuego, Nuestro Abuelo, quien nació al mismo tiempo que la luna, está en el proceso de quemarse (encima de Tuamuxawi, margen derecho). Recibe una flecha votiva de Tuamuxawi (colocada al lado del símbolo de fuego).

Takutsi Metseri, la luna, afecta a la mujer en particular. Los siete puntos que envuelven la región sagrada azul (al centro) representan la sangre menstrual. La luna afecta la fortaleza de los árboles, el aroma de las flores en el viento que es llevado a la abeja (derecha superior) y a los otros insectos simbolizados.

Tuamuxawi se transforma en la punta de la cima amarilla donde dejó cuatro marcas blancas de donde los peregrinos siguen sus trazas. Es el nierika, cara sagrada que marca la cima hacia Xapawiyemetá, la Laguna del Sur, donde se encuentra y donde la tierra apareció por primera vez.

 

 

Año de creación
1973
Material del objeto
Materiales y técnica
Lana de estambre sobre cera de Campeche y madera
Dimensiones
Anchura
48.00m.
Altura
48.00m.
Profundidad
2.00m.